Hoy traemos una pequeña intervención en una figura de barro cocido de principios del siglo XX, obra del artesano portuense Ángel Martínez. Pertenece a una colección particular.
Imagen general y detalle anteriores a la intervención.
La figura representa un nutrido grupo de ovejas que, junto a la pastora, se disponen a entrar en el corral. Se realizó una limpieza superficial de la obra y se reintegraron tres pequeños faltantes. Todos ellos eran orejas que, debido a su fragilidad (sólo tienen un pequeño alambre a modo de alma) habían saltado. Este tipo de faltantes es muy frecuente en figuras de Belén, teniendo en cuenta su continua manipulación, año tras año, y su almacenamiento a veces poco adecuado.
Imagen general y detalle posteriores a la restauración.
La sorpresa de la intervención fue cuando, al retirar el estrato de suciedad acumulada, se hizo del todo legible el sello que identificaba la pieza como obra de Ángel Martínez (1882-1946), artesano belenista del Puerto de Santa María.
Curioso y enriquecedor resulta visitar la página web del negocio actual, bajo el nombre de Sucesores de Ángel Martínez. En ella se habla de la obra del artesano, de los sellos (que ayudan en la datación de las piezas), de la manufactura del barro y de las estructuras de alambre, que bien sirven para entender el envejecimiento y evolución en el tiempo de una pieza de esta naturaleza.
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