Para retomar algunos de los trabajos que se han ido realizando, empezamos con una talla de madera estofada y policromada del Niño Jesús de escuela catalana, de finales del XIX o principios del siglo XX. Iconográficamente, representa la figura de un Jesús infante eucarístico, pues lleva consigo las espigas de trigo, en referencia al pan, y racimos de uva, significando el vino.
Tiene 25 cm. de altura.
Presentaba especialmente faltantes de preparación y policromia, así como un gran estrato de suciedad. A destacar también las manchas y salpicaduras de cera, seguramente derivadas del culto privado que habrá tenido la imagen. El
La intervención se centró en realizar una consolidación puntual de los estratos dañados mediante inyecciones de resina acrílica. Posteriormente, se llevó a cabo una limpieza físico-química de la talla.
El faltante volumétrico en el ramillete de espigas se repuso utilizando resina epoxídica bicomponente especial para madera. Una vez seca, se retalló para terminar de modelarla y asemejarla a las formas del trigo.
El faltante volumétrico en el ramillete de espigas se repuso utilizando resina epoxídica bicomponente especial para madera. Una vez seca, se retalló para terminar de modelarla y asemejarla a las formas del trigo.
Tras aplicar un barnizado protector, se aplicaron finos estratos de estuco que, tras enrasarlos y texturizarlos, se reintegraron cromáticamente con el resto de la obra. Fue especialmente delicada la reintegración cromática en la nube. Ésta, realizada con un fino estofado sobre el pan de oro, había perdido gran parte de su policromía, dejando el oro a la vista. En pequeñas zonas sí se conservaba el estofado, de tonos claros. Se aplicó una trama de líneas con pigmentos al barniz, a modo de regatino, que cubriesen suavemente las láminas metálicas.Finalmente, se protegió la obra con un barniz satinado a spray.
Y para finalizar, un par de imágenes comparativas del estado de conservación antes y al finalizar el proceso.
Comentarios
Publicar un comentario