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Niño Jesús pasionista.

                                                     

La presente talla de madera policromada, de 65 cm. de altura, representa un Niño Jesús que sujeta la cruz entre sus manos. Aparece en actitud reflexiva, haciendo alusión directa a la Pasión. Pertenece a una colección particular.

Pese al buen aspecto general que presentaba, la talla tenía numerosos repintes, faltantes de soporte, erosión y deformaciones producidas por golpes en la base dorada y troquelada. Además de un estrato de suciedad que distorsionaba y deslucía los vivos colores con los que estaba policromado.

En los pies y la base, presentaba unos desafortunados y poco ortodoxos estucados que, seguramente, se habrían aplicado para ocultar algún desperfecto, tales como grietas o pequeñas fisuras. En la mano izquierda, el dedo índice también estaba repuesto, de forma poco adecuada.

                     

                                               

El procedimiento se inició con la retirada de los estucos de forma mecánica, para continuar con la limpieza general de la obra. De forma físico-química, se retiró el estrato de suciedad que cubría las policromias, con especial cuidado en las zonas estofadas de la cenefa de la túnica, pues la presencia de distintos pigmentos  rojizos y verdes, que son fácilmente alterables cuando envejecen, hacían peligrar su estabilidad.

                                        

El dedo faltante y reintegrado con madera, se repuso con madera de balsa y se retalló la forma anatómica. Posteriormente, se estucaron las lagunas para, posteriormente, nivelarlas y texturizarlas. En la base, troquelada como anteriormente presentamos, se decidió no imitar la textura perimetral de las lagunas, para así asegurar su identificación y reconocimiento.

                                       

                                                  

Finalmente, se reintegró la obra con colores al agua y, tras un primer barnizado, se retocaron las zonas de color con pigmentos al barniz. Las lagunas de la base se trataron con un regatino que imitase el tono dorado y, después, se le aplicaron delgadas lineas de oro en polvo para otorgarle cierto brillo al conjunto. Los desniveles del troquelado se imitaron con los matices del propio regatino, ya que recordemos las lagunas no se texturizaron de forma mimetica.
Para terminar, se le aplicó un barniz satinado pulverizado.

                                              

                                      
                                                            Detalle del regatino de la base dorada y troquelada.


                                                 
                                                         Pie con el anterior estucado retirado.


                       
                                  Detalle comparativo del antes (izquierda) y después de la intervención.

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