Este trabajo, para mí es uno de los más importantes que hasta ahora he realizado, y es significativo para mí que sea el que abra el blog.
Se trata de un retrato de 100x70 cms., trabajado con carbón y lápices compuestos. Además, se utilizaron difuminos, goma de miga de pan y papel de lija.
Carmen Tur es y fue, para el pueblo donde resido y ella nació, una gran figura musical y un referente cultural. Aquí una breve biografía:
10 de Agosto de 1900. Nace en Vall d'Uixó, Castellón, la que en un futuro sería mayor y mejor exponente del Bel- Canto en la España de los años 20, y mayor pregonera de su Vall d'Uixó natal: Carmen Tur Melchor.
Hija de Manuel Tur, gran cantador de jotas y albaes de la comarca, y Vicenta Melchor, pareja de humildes agricultores, desde pequeña demostró grandes dotes musicales, cantando en funciones infantiles de la escuela y del pueblo en festivales de verano. Su voz empezó a sobresalir y fue Francisco Penyarroja, titular de la cátedra de Armonía en el Conservatorio Profesional de Música de Valencia, quien convenció a sus padres para que la niña estudiase en la capital, y así poder educar la voz. Tuvo de profesor a Don Lamberto Alonso y estudió Canto, Música y Declamación al citado conservatorio en la promoción del 1913-1918. Su talento era tal que llegó a ganar el Premio Extraordinario de Final de Carrera, que le daba el derecho de actuar al recientemente desaparecido Teatro Princesa de Valencia, donde cantó “ En Sevilla está el Amor”, que la consagró como una de las mejores cantantes-actrices de mérito y éxito, por lo cual se sucedieron muchos papeles en zarzuelas y óperas como Maruxa, El gato Montés, Juegos Malabares, La Canción del Olvido, El Barbero de Sevilla, La Flauta Mágica, Marina, La Revoltosa, Príncipe Carnaval,Bohemios...acompañados de grandes giras por todo el territorio nacional. Fé de esto dan las críticas que Carmen recibió en los periódicos de Madrid, Sevilla, Valencia, San Sebastián, Bilbao, Ciudad Real, A Coruña, Santander, Córdoba, Málaga, Barcelona...
Su fama trascendió fronteras y la llamaron a cantar desde Alemania y la prestigiosa Scala de Milán, aunque el fuerte machismo de la época y lo mal considerada que estaba una mujer artista le impidieron salir del país y, a su vez, dejar registrada su voz.
Su natural modestia, humildad y carácter afable y amante de su pueblo y su gente, hicieron que no disfrutara como esperaba la vida entre bambalinas y abandonara la escena y los focos poco después de casarse y esperar su primer hijo. Fueron dos más los que vinieron y le hicieron más llevadera su fatal enfermedad, que llevó con resignación y valentía hasta el final.
Se reintegró a la vida local y fueron sus vecinos los que pasaron a ser el público que la escuchaba desde el lavadero de enfrente de su casa cuando ella cantaba, mientras hacía las tareas domésticas, y al final aplaudían y vitoreaban a La Tur, como se la conocía en su tierra, con antaño.
Carmen sabía que se acercaba el final y decidió despedirse se su pueblo, de su gente, cantando en la iglesia del Santo Ángel de Vall d'Uixó a la Virgen del Carmen, su patrona, entonando el Ave Maria de Gounod, el día de su festividad el 1942.
Parece que esas paredes aun conservan la voz de aquélla mujer que acompañó a sus vecinos y sus admiradores, que fue orgullo e ídolo del arte musical valenciano y valldeuxense, que supo crear ovaciones, aplausos y entusiasmos, cuya voz se apagó el 10 de junio del 1943, justo un mes antes de cumplir los 43 años.
Desde estas líneas y mi humilde y pequeño homenaje, realizando el retrato de tan hermosas facciones y profunda personalidad, para que su nombre no caiga en el olvido. Para que cuando suene música de banda, zarzuela u ópera en La Vall d'Uixó haya alguien que recuerde a Carmen y diga : “¡Cómo debió cantar La Tur!”.
Artículo también publicado en :
http://artenecesary.blogspot.com/
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