Ir al contenido principal

Talla de la Inmaculada Concepción

La pieza está tallada en madera y representa a la Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepción. Pertenece a una colección particular de la ciudad de Plasencia (Cáceres).

La imagen, de las denominada capipota, responde a este estilo de esculturas de vestir muy populares en la escuela catalano-levantina del siglo XIX. Llamadas de tal modo por tener tallados cabeza y pies (cap y pota en catalán), además de las manos; que son las piezas visibles una vez la obra se viste. El resto del cuerpo está abocetado en madera a modo de estructura interna, sin detalles anatomizados.

La efigie mide 85 centímetros totales, junto a la peana. La Virgen mide, de pies a cabeza, 66 centímetros.

Aparece sobre un orbe azul, cruzado con una banda dorada, entre nubes. Va vestida con ropajes de raso con bordados y galones de pasamanería.

El estado de conservación no era muy bueno. A simple vista se observaban faltas de soporte y policromía evidentes, como dos dedos en la mano derecha y pérdidas en la base. Desgaste de policromía en toda la pieza, especialmente en el rostro y las manos, seguramente por realizarle a la pieza limpiezas abrasivas de forma no adecuada. 










El soporte lígneo presentaba grietas y fisuras que no afectaban, sin embargo, a la estabilidad de la pieza. Son especialmente visibles en la base. En la zona del pelo, que aparece como un recogido detrás de la cabeza, se observaban desgastes y pérdidas del estrato de preparación y de color, así como alfilerazos y roces producidos por los cambios de vestimenta de la imagen.

Para realizar un proceso de conservación y restauración sobre la imagen, se plantearon los siguientes procedimientos:
- Limpieza física y mecánica de la obra.
- Consolidación de estratos desprendidos con resina acrílica en dispersión acuosa.
- Fijación de policromías con inyecciones de cola orgánica y sentado de color mediante calor y              presión controlados.
- Fijación de grietas y fisuras. Sellado con resina epoxídica.
- Limpieza físico-química de la obra, previo haber realizado tests de solubilidad y disolventes.
- Barnizado protectivo de la obra.
- Realización de un nuevo sistema de sujeción de los brazos. Como se desestimó utilizar un nuevo        sistema de bola para conservar la totalidad del conjunto de los brazos, se optó por un sistema de          roscas y tuercas de acero inoxidable que vinieron a sustituir a los alambres antiguos, debilitados y       oxidados a tal extremo que dejaban de cumplir su función.
- Reposición de faltantes de soporte con resina epoxídica bi-componente especial para madera.
- Reposición de la capa de preparación con estuco.
- Enrasado, nivelado y texturización de lagunas.
- Reintegración cromática de faltantes.
- Protección final de la pieza con barniz en spray y retoque con pigmentos al barniz.
- Realización de una serpiente para su colocación a los pies de la Virgen. La nueva pieza será superpuesta, de modo que pueda retirarse al no pertenecer al conjunto original. Se realizó utilizando resina acrílica y policromada a posteriori con esgrafiado sobre lámina de oro.
- Conservación de los textiles de la Virgen, aunque se aconseja su reposición por nuevos de mejor calidad y mejor estado de conservación. Las telas aparecen manchadas y rasgadas, especialmente la túnica. Al no ser excesivamente ricas ni antiguas se puede permitir su sustitución.























Comentarios

Entradas populares de este blog

Figuras de Belén (Olot, años 40)

Las piezas están realizadas en estuco fino (la denominada técnica de “pasta de madera”) extraídas de moldes de las fábricas olotinas de arte sacro, muy popularizadas en el siglo XX. Pertenecen a un belenista particular de Madrid. Las patologías y alteraciones que presentaban eran las típicas de estos grupos y de este material, muy absorbente, poroso y sensible a la humedad. Estas obras suelen presentar el mismo tipo de patologías inherentes a su tipo y características de material estructural. Golpes, roturas y deformaciones. Partes desconsolidadas y descohesionadas. Apreciábamos grietas y aperturas estructurales, especialmente en la sujeción de las figuras a las peanas y bases de madera. Existían varias piezas con numerosos faltantes (especialmente brazos y pies) que, al ser las partes más salientes y delicadas suelen romperse con facilidad ante golpes y roces.             En varias figuras se observaba erosión de material y de la capa polícroma, así como

Centenario del Himno a la Vall d'Uixó.

                                                                                               "En un pla rodejat de muntanyes,                                                      una vila en la falda s'estén:                                                         és la Vall, nostr pàtria beneita,                                                            d'Espadà en la serra, al començ." Hoy 12 de septiembre se cumplen 100 años del estreno del Himno a la Vall d'Uixó, mi ciudad, mi casa. Un Himno que nació bajo la idea de Eleuterio Pérez, que unió a dos grandes compositores del pueblo, de ideologías contrarias, pero unidos por su amor al pueblo y sus vecinos: Francisco Peñarroja y Leonardo Mingarro.                                                    "Té per porta la mar llevantina,                                                        per defensa, l'abrupte murall,                                                          per r

Sagrado Corazón entronizado.

Esta representación del Sagrado Corazón sedente, o entronizado, fue muy típica y popularizada durante la segunda mitad del siglo XX. Procedente de los talleres de arte religioso de Olot (Girona), representa a Jesús según la visión de Santa Margarita María Alacoque de Jesús triunfante con sus llagas en manos y pies y su Sagrado Corazón, expuesto y ardiendo de amor, que se presenta sentado en un trono cual majestad celestial, con cetro y corona a los pies, mientras sujeta el orbe terrestre. La pieza, de considerables dimensiones (60 centímetros en posición sedente) presentaba las alteraciones propias de este tipo de obras de factura oltense de principios del siglo XX. Roturas y deformaciones, partes desconsolidadas y descohesionadas. Apreciábamos algunas grietas y aperturas, aunque no afectaban a partes estructurales, salvo en la trasera del trono. Existían varias roturas en dedos de ambas manos y pequeñas descamaciones de pintura. Se cubría por una generalizada capa de suciedad sup