Estado inicial de la obra.
En esta entrada presentamos el proceso de restauración llevado a cabo sobre una pintura sobre lienzo, de principios del siglo XIX. Se trata de una reproducción del lienzo de Murillo El Buen Pastor (1660), realizado a tamaño académico de 90 x 78 cm. (inferior al tamaño del lienzo original, que es de 123 x 101 cm.). es de autor anónimo y no está fechado ni firmado.
Las principales alteraciones se encontraban en el lienzo, muy debilitado en los bordes debido a la tensión con el bastidor y leves abolsamientos en la parte inferior derecha; y en la capa pictórica, con levantamientos en forma de cazoletas en determinadas zonas y faltantes de policromía. Presentaba un tono amarillento general, debido al ambiente en el que se encontraba expuesto en el salón del domicilio del particular.
Detalle del reverso del lienzo.
Detalle de las pérdidas.
Suciedad acumulada tras el bastidor.
Se realizó un empapelado protectivo, a la vez que consolidante, de forma puntual en las partes que presentaban levantamientos. Utilizando para ello coletta italiana. Se puso especial atención, e incluso doble protección, en los bordes, muy debilitados por los clavos que sujetaban la tela al bastidor.
En el reverso se realizó una limpieza mecánica que eliminase, a su vez, la acidez y rigidez de la tela debido al envejecimiento natural del material. Los faltantes de soporte, mínimos y poco numerosos, se solventaron mediante parches de lino teñido adheridos con Beva-Film.
Empapelado puntual de la obra.
Detalle de la limpieza mecánica del reverso.
El nuevo bastidor fue tratado para evitar ataques de insectos xilófagos, teñido y barnizado con una cera protectora.
Imagen del reverso terminado y tensado en el bastidor.
Tras esto, procedimos a la limpieza de la capa pictórica. Tras las varias catas realizadas, y el deseo del dueño de la obra, se determinó realizar una media limpieza, sin profundizar en exceso, mediante un jabón neutro en disolución acuosa. El barniz antiguo se encontraba tan oxidado que reblandecía con facilidad en la mezcla acuosa, retirándose rápidamente.
Detalles del proceso de limpieza.
Antes de seguir, protegimos los colores originales con un estrato de barniz, aplicado con brocha suave.
Para finalizar la intervención, se realizó el proceso de estucado y texturización de lagunas, para terminar con la reintegración cromática. Ésta se realizó con una base de colores al agua que, tras ser barnizados de forma protectiva, se complementaron con colores al barniz para acercar el tono de la reintegración ilusionista. Con la pulverización del barniz protectivo finalizamos el proceso.
Detalle de la obra estucada.
Resultado final.
Detalles de la obra finalizada.
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